La libertad de expresión y la capacidad de difusión que solo el Internet puede brindar a este humilde escritor es un privilegio que nuestros padres y abuelos nunca tuvieron.

domingo, abril 03, 2005

¡Llegó la primavera!

Antes que nada, un minuto de silencio por el Papa Juan Pablo II, tal vez la persona indicada para enfrentar las 3 décadas que su papado cubrió, y la demostración en persona de que Dios existe.










Un poco tarde, anunciada por tremendos aironazos y nubes hecatómbicas por fin llegó el primer movimiento de "Las Estaciones de Vivaldi". La primavera arribó a tierras sudcalifornianas oficialmente el día de hoy con un esplendorozo sol y prácticamente nada de viento durante todo el día -aunque en estos momentos sopla un rico vientecillo de 19 km/h del Sursuroeste-.

La cachora llamada cariñosamente Godzillita que vigila constantemente el cubil ya está mucho más grande que cuando llegó, en ese entonces era una mini cachorilla que no pesaba más que el garapiñado de un cacahuate. Ahora se ha convertido en una feroz asesina de cuanto insecto atreve a poner una pata en mi domicilio y sus gritos son capaces de aterrorizar a cualquier visitante que ignora que esta casa es de su propiedad.

El patio de enfrente tiene una serie de hierbas que crecen en un santiamén -apenas el domingo pasado hice limpia- y echan, sin tapujo alguno florecillas de todos colores que buscan capturar algún bichejo polinizador para poder seguirse reproduciendo. Ya he ido la semana pasada a la playa y hoy hubiese sido ideal de no ser por ciertos límites financieros que impidieron mi paseo al fresco mar. En fin, el próximo fin habrá LAN Party y a lo mejor me escapo un rato a darme un chapuzón.

¡Ya me había aburrido del invierno!.

¿Ya adelantó su reloj?

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