La libertad de expresión y la capacidad de difusión que solo el Internet puede brindar a este humilde escritor es un privilegio que nuestros padres y abuelos nunca tuvieron.

lunes, agosto 22, 2005

Depresión...

¿Quién diría que un pez de unos pocos gramos de peso pudiera ocasionarme una depresión ante su desafortunado deceso? El día de hoy me siento bastante triste por aquel pececillo que habitaba en mi casa y balanceaba el feng-shui. El que feliz hacía marometas luciendo su precioso penacho en su casita de cristal. El que todos los días le decía "¡¡¡¡ese mi fishooooo!!!" cuando lo veía por primera vez en las mañanas y le daba su sustancioso desayuno.

Apuesto a que fué un pez feliz. Pero me desconsola saber que tal vez murió con muchos dolores. Pobrecito, el no se merecía una enfermedad de esas. Su tarea en la vida era ser feliz y decorativo y lo hizo de manera perfecta, pero falleció en circunstancias muy dolorosas. "Un empacho" me dijo el dueño de un acuario que promete el día de mañana proporcionar un pez nuevo, "pero con las gotas especiales para betta eso no te vuelve a pasar".

Apuñalado resulté hoy en mi visita al supermercado Arámburo donde ví con toda ternura la sección de mascotas, especialmente todos esos envases de marca "Happy Fish", "Pezfeliz", "Betta Color" y todos esos lindos nombres que cavaron una zanja en mi de por sí costreñido corazón.

Caray, si son delicados los betta. El de Yanet puede que sea derivado de Matusalén pues come muy poquito y está chiquiiiito como el solo, recibe atenciones parecidas a las de mi finado pececillo y ahí está ya tiene más de un año con ella sin bronca alguna.

En fin... ojalá esté en el cielo nadando en el paraíso. Enmedio de esta depresión he escrito sobre la película La Isla, el tipo de Blockbuster que los críticos odian pero que los públicos adoran. En alguna ocasión a Jerry Bruckheimer, productor de Armaggedon, le preguntaron sobre sus películas a lo que respondió "Si hiciera películas para los críticos, viviría en una casucha en un barrio bajo de Hollywood"...

Que lo pasen bien.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi sinceras condolencias por la perdida de tu pez betta, yo se lo que se siente, Aun tengo mis 2 peces moro negro en mi congelador, tienen 7 años congelados, Esperando alguna sepultura digna de ellos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Fokita
Cuanto lo siento. Me divertí mucho cuando nos contaste que en tu cumple Janet te regaló ese pex , como diría mi abue: Esa chica te conviene.
Espero tu pronta recuperacion y bueno creo que no sirve de mucho ahora pero en mi poca expriencia con un acuario que tuve alguna vez, los peces solo comen una vez al día.

NORITA