La libertad de expresión y la capacidad de difusión que solo el Internet puede brindar a este humilde escritor es un privilegio que nuestros padres y abuelos nunca tuvieron.

viernes, agosto 19, 2005

El fin de un proyecto

Estoy con los nervios de punta escribiendo estas líneas tras haber terminado el gigantesco trabajo que significó mi proyectito para esta semana. Quedó mucho mejor de lo que esperaba y recibí el apoyo y confianza de mucha gente que ni me imaginaba. Ahora, todo depende de mi PC, despanzurrada de lado colocada en la mesa junto a mi escritorio en el trabajo, quien lleva la mitad del trabajo ya generado con otra mitad por venir. Todo se porta a pedir de boca a pesar de las condiciones adversas -un poco de calor y alta humedad- a pesar de los 3 gigantescos generadores de aire acondicionado con los que cuenta la empresa para la que trabajo.

Y al final del día, estará terminado y estaré a la expectativa para el día de mañana. Mañana es cuando la llanta por fin toca el pavimento, cuando se ponen a prueba todas mis habilidades para lograr sacar adelante el proyecto en cuestión. Mañana se sabe si tengo o no tengo razón -diría la chimoltrufia-, y por eso los nervios de punta.

Y ya termina este semi enclaustramiento, aislamiento del que fuí víctima estas dos últimas semanas, contactando clientes, programando, analizando, midiendo, y todo focalizado y mentalizado para sacar adelante este tal vez berrinche personal pero que está ganando adeptos en la empresa para la que trabajo y que posiblemente nos ayude a enfrentar con mejores bríos la competencia.

Ya ni he escrito de la excelente película de La Isla, tal vez de lo más rescatable, junto con Episodio III y Batman Inicia de todo este verano de flopbusters. Caray, dicen que hasta los Dukes de Hazzard ni Jessica Simpson en su brevísimo bikini la salva. ¿Qué le pasará a Hollywood, que se permiten hacer películas tan malas? Y ¿qué onda con el público que deja de lado las buenas?.

El gekko que anda por mi casa el día de ayer regresó después de un par de meses de su ausencia. Ha de haber puesto ya a sus críos por la universidad y decidió regresar a su casa a acabar con las hormiguitas y cualquier bicherrejo que intente invadir mi casa. Estos días ha hecho un calor infernal por las noches y dormir es cuasi imposible. Lo que más me entristece es que estoy aquí, esperando a que mi computadora termine ese trabajo -le falta 35 minutos aún- en vez de haber ido a entrenar. Caray, me motiva eso de entrenar los catorrazos a pesar de que tengo menos gracia que un delfín fuera del agua, pero ahí voy, puliendo, aprendiendo, lo que importa es perder el miedo pian pianito y eso no se hace de sopetón. He hecho cosas ultimamente que jamás me imaginaba hacer y eso es lo que me gusta pues todas las sesiones de entrenamiento son diferentes.

Volveré el lunes si todo sale bien.

En fin, de regreso a la realidad. Hay que empacar un puño de cosas que utilicé para este proyectito.

Feliz fin de semana :)

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